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Foto del escritorAlma Mínguez Herrera

5 maravillosas razones para elegir la literatura fantástica




El género fantástico no es nuevo, por mucho que actualmente podamos verlo en su máximo esplendor en series como «The witcher», «Juego de tronos», o en películas como «El señor de los anillos». Ni siquiera podemos remontarlo a la época de Jules Verne, Stevenson o Melville. La fantasía pertenece al imaginario humano desde los tiempos primigenios, cuando el homo sapiens decoraba las cuevas e imaginaba el mundo que conocía, mezclado con el paisaje onírico de sus pensamientos. Vivía en las obras clásicas de Homero, cuando éste nos presentaba a seres míticos, deidades y viajes increíbles. Irradiaba las obras de los filósofos que tan cercanos a la razón, no podían abstraerse de sus sueños. Así Platón describió una Atlántida perdida y fulgurante, poseedora de ingenios nunca vistos. De este modo Heródoto lo parafraseó cuando nos hizo llegar el mito que hoy mantiene despiertas y vivas, las mentes e ideas de los soñadores.

La fantasía vive y es inherente al ser humano, y jamás un tema ha sido más escrito, leído, soñado y aún creído en la faz de la tierra. Después de todo, las religiones se nutren de la fantasía en sus metáforas y cuentos, en sus deidades sobrehumanas, desde los primeros tiempos.

La fantasía nos rodea desde siempre. Es natural pues, que como género literario posea unas características que ningún otro género puede reclamar. Al menos, no completamente.

¿Qué es aquello que nos ofrece la literatura fantástica, tan atractivo y enriquecedor, y que puede darnos tanto, a cambio de tan poco (apenas una fracción de nuestro tiempo)?

Veámoslo.


1- Nos transporta a mundos legendarios.

Nuestra vida puede ser frenética, caótica, exigente y tremendamente realista. Nos levantamos por la mañana con un plan establecido, sabiendo a qué hora entraremos a trabajar, a qué hora saldremos, y el tiempo que nos quedará después para un poco de asueto. Sabemos perfectamente en qué ocuparemos nuestra jornada, a quiénes veremos, y los lugares que visitaremos. Pocas sorpresas nos aguardan.

Sin embargo, cuando abrimos un libro fantástico, al instante nos transportamos a mundos inexplorados. Nos vemos llevados por las musas de la fantasía hacia lugares ignotos, hacia paisajes nuevos. Nos rodea la magnífica incertidumbre de lo desconocido. Como si de un viaje se tratara, tomamos el avión directo a reinos que solo viven en nuestra imaginación.


2- Nos evade.

El frenesí de la vida diaria puede ser agotador. Necesitamos evasión de nuestros problemas y múltiples responsabilidades, y a menudo nos encontramos buscándola en cualquier estímulo rápido e inmediato. Sin embargo, un buen libro de fantasía posee la capacidad de llevarnos hasta lugares que jamás habríamos imaginado, si se lo permitimos. Dejamos de ser nosotros, para convertirnos en el espectador y partícipe de épicos viajes, de gestas sobrehumanas y de aventuras emocionantes. Reímos, lloramos, nos emocionamos, dejando a la apatía y a la desazón un pobre hueco resiliente en nuestras vidas, acallado por miles de voces de alegría y sensación de logro.


3- Estimula nuestro cerebro.

El género fantástico posee una riqueza tal, que no solo te invita a compartir una trama, o una historia, sino que te conduce a recrear mundos, o incluso universos completos. A lo largo de las descripciones de un libro de fantasía, el lector habrá de imaginar tal pluralidad de paisajes, razas, credos, personajes, modos de vida y situaciones, que no podrá evitar que su cerebro trabaje a plena potencia.

Bajo el influjo de una buena historia fantástica, las redes sinápticas se fortalecen, la memoria y la atención mejoran, la imaginación se potencia, se libera y fluye rauda y sin oposición.


4- Aumenta la creatividad.

Este punto es consecuencia del anterior, pero merece una especial relevancia.

La literatura fantástica estimula la imaginación a cualquier edad, potenciando el lado creativo de las personas. Si quien se acerca a la fantasía es un niño, su cerebro dúctil y con enorme capacidad de absorción, todavía conocerá este efecto de mayor manera. Porque imaginación y creatividad van irresolublemente de la mano, se ayudan la una a la otra en todo momento, y su consecuencia es una mente despierta, activa, atenta, y prolífica.

En un mundo tan frenético como el nuestro, tan aparentemente racional y realista, la creatividad otorga el contrapunto necesario a la balanza.

Las soluciones creativas pueden ayudar a crecer a una persona, pero también a mejorar una empresa o negocio, o a ganar fortunas. La creatividad es tan necesaria como el aire, y la fantasía nos la regala a manos llenas, y sin pedir nada a cambio.


5- Nos motiva y nos alienta para la vida diaria.

Las historias que se gestan en los libros fantásticos acostumbran a ser épicas y cargadas de aventuras y transformaciones de vida. Los «héroes» suelen ser poca cosa en sus inicios; timoratos, inexpertos, pusilánimes, o cargados de miedos. Será a lo largo de sus aventuras cuando realicen su viaje iniciático; un viaje que les transformará en alguien completamente diferente. El lector no podrá abstraerse de identificarse con este héroe transformado, hecho a sí mismo.

Cuando uno se aproxima a la literatura fantástica, es difícil que no termine con sus ánimos enardecidos por una épica batalla, por la victoria de héroe cuando nada estaba a su favor, o por un final inesperado y sorprendente. Y es que, si un héroe puede cambiar su mundo, ¿por qué no podría hacerlo el lector que ha seguido sus aventuras?

Pocas cosas enardecen tanto como una buena novela fantástica de aventuras, y pocas ofrecen maravillas comparables.


¿Qué te parece a ti, querido lector? ¿Te sientes preparado para embarcarte en una nueva aventura? Bien. Pues coge tu mochila, tu libro, ¡y partamos juntos en este viaje!


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